23.09.2014 15:30
“Son lenguas muertas” dicen. “¿Para qué vas a estudiar griego/latín? No sirve para nada”. Critican, critican sin conocer e informarse. Piensan que estudiamos latín o griego para saber hablar en otro idioma, pero no, no lo hacemos por eso. Existe la cultura, el vocabulario, en general las letras, que nos hace expandir nuestra capacidad de razonar, de pensar, abrir un abanico de posibilidades para saber expresarnos, conocer términos y palabras nuevas sin necesidad de ir a buscar un diccionario que nos de la respuesta. En definitiva, el latín y el griego es un mundo nuevo. Que no se equivoquen cuando piensen “es fácil”, porque no lo es, todas esas declinaciones, todos los términos, las funciones de éstos, los verbos, pronombres… Es empezar de cero un idioma.
Me hacen gracia algunas personas ignorantes de estas lenguas que a menudo las desprecian y dicen cosas como: “Hoy en día ¿quién habla latín a nivel urbano? Las matemáticas son más importantes” Y no lo puedo evitar, pero les contesto con lo siguiente: “¿Y con números? ¿Quién habla con números a nivel urbano? Que sean lenguas muertas no significa que sean menos importantes” De hecho, para mí las hace especiales, pues puedes aprender mucho de ellas, tanto las ciencias como las letras son imprescindibles a nivel equivalente, son parte de la sociedad. ¿Dónde están los edificios sin los números?¿Y dónde están estos mismos, que de algún modo u otro están influenciados por la cultura romana y griega?
Es una situación difícil. No hay que ver el latín o el griego como algo que no nos puede servir para nada, sino todo lo contrario, para enriquecer la cultura, nos permite conocer datos de la historia del arte, del mundo antiguo, aumenta nuestro margen de vocabulario, se abren las mentes, cada vez quieres saber más sobre toda aquella época, despierta esa curiosidad que nos hace preguntarnos sobre nuestros antepasados, que también hablaron latín o griego, ese mundo antiguo al que muchas veces nos olvidamos para que ese espacio lo ocupe el mundo actual, el mundo contemporáneo.
Como he dicho anteriormente, es mejor conocer estas lenguas para saber realmente lo que es. Doy gracias a aquellas personas que me ayudaron a conocer estas dos hablas, que hicieron que la disfrutara, pues de lo contrario, no hubiera despertado en mí esa inclinación hacia la cultura, la cual precedentemente estaba aturdida. Ahora disfruto visitando un museo; conozco el significado de las obras de arte, conozco los datos que le dan la importancia que las hace persistir siglos, conozco a los autores y la época… Conozco latín y griego.
