LOS ETRUSCOS EN LA INTIMIDAD.

25.07.2020 15:53

                “Compartir las esposas es una costumbre etrusca establecida. Las mujeres etruscas cuidan mucho su cuerpo y a menudo hacen ejercicio, a veces junto con los hombres, y a veces solas. No consideran deshonroso que se les vea desnudas. No comparten el lecho con sus maridos, sino con otros hombres que estén presentes, y proponen brindis a quienes quiera que elijan. Son bebedoras experimentadas y muy atractivas.

                “Los etruscos crían a todos los niños que nacen sin saber quiénes son sus padres. Los niños viven igual que sus progenitores, y a menudo asisten a festines con borracheras y mantienen relaciones sexuales con todas las mujeres. No es deshonroso para ellos practicarlas abiertamente, ni ser vistos recibiéndolas, puesto que lo consideran una costumbre propia. Les parece tan poco deshonroso que, cuando alguien quiere ver al dueño de la casa, si éste está haciendo el amor, le dicen que está haciendo eso, llamando al indecente acto por su nombre.

                “Cuando mantienen relaciones sexuales con cortesanas o dentro de su familia, lo hacen del siguiente modo: después de terminar de beber, cuando están a punto de irse a la cama y las lámparas continúan encendidas, los sirvientes hacen entrar a cortesanas, o a niños, o a veces incluso a sus esposas. Y cuando han disfrutado de éstas, hacen entrar a niños y les hacen el amor. A veces mantienen relaciones sexuales mientras son observados por otros, pero casi siempre colocan biombos enrejados alrededor de las camas, y cuelgan telas encima de ellos.

                “Les gusta mucho hacer el amor con las mujeres, pero disfrutan especialmente con los niños y los jóvenes. Los jóvenes de Etruria son muy apuestos, porque viven en la opulencia y mantienen sus cuerpos lisos. De hechos, todos los bárbaros del oeste usan brea para arrancarse y afeitarse el vello del cuerpo.”

                Teopompo, historiador griego del siglo IV. Citado por C. Smith en Los etruscos. Una breve introducción, Madrid, 2016, pp. 162-163.

                Selección de Víctor Manuel Galán Tendero.