LA CONVERSIÓN DE USA EN GRAN POTENCIA MUNDIAL. Por Javier Ramos Beltrán.

01.10.2014 16:58

    Los Estados Unidos de Norteamérica (USA) son actualmente la mayor potencia mundial, ya que de ellos depende todo el futuro global. Sin embargo, la duda intrínseca es como una nación tan joven (apenas llega a los 300 años de existencia) llegó en tan poco tiempo a ser una de las mayores potencias de la historia. Pues bien, durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos (1775-1783), se firmó el día 4 de julio de 1776 la Declaración de Independencia con Thomas Jefferson, John Adams y Benjamin Franklin como firmantes (este último nunca llegó a ser Presidente).

    Los Estados Unidos se caracterizaron desde aquel momento como una República con autonomía en cada uno de sus estados y sin monarquía como manera de gobierno, quizás influenciados por la Ilustración. Los estados de los Estados Unidos tienen cada uno sus propias leyes, pero sin separarse del país (ya se intentó una vez y acabó en Guerra Civil). Los primeros años de los Estados Unidos se marcan por su buena relación con los franceses, y mala con los británicos e indígenas, aparte de querer aumentar su territorio, mandando por eso expediciones a Luisiana y al oeste. En 1812, a punto estuvieron de entrar en el conflicto europeo, después de que los británicos les invadieran.

    Con la independencia de México, empezaron las tiranteces, y es que los estadounidenses emprendieron una guerra contra los mexicanos entre 1846 y 1848, donde Knox Polk, el presidente estadounidense reclamaba territorios del norte de México como Texas, California y (obviamente) Nuevo México, entre otros. La rivalidad entre Estados Unidos y México es tal, que hasta hoy día, hay inmigración ilegal y venta ilegal de armas…

    Los Estados Unidos en sus primeros años se destacan también por la excesiva inmigración de europeos como los escandinavos al nuevo continente y la aparición de dos nuevos partidos como el Republicano y el Demócrata, que polarizaron la política estadounidense y provocaron enfrentamientos como la Guerra Civil Estadounidense, que a punto estuvo de ser una secesión, si los unionistas antiesclavistas no lo hubieran evitado. A partir de entonces se abolió la esclavitud, no así que la gente de color tuviera los mismos derechos que los blancos, algo que no se consiguió hasta cien años después. Aquellos años para los Estados Unidos fueron tranquilos, pero tuvieron en ellos, el asesinato de dos presidentes (Lincoln y Garfield), en la conocida como Maldición de Tecumsé (cada presidente desde 1840 hasta 1960 ganando las elecciones en año 0 fallecía en el cargo).

    A partir de la Guerra Civil se expandió la creencia de que los estadounidenses tenían que liberar a los países oprimidos y emprendieron una guerra contra España en 1898 con la destrucción del Maine, adjudicándose ellos Cuba y acabando con nuestro glorioso Imperio. A partir de entonces, el ejército estadounidense fue creciendo hasta participar en las dos siguientes Guerras Mundiales donde se consolidó como potencia, principalmente en el intermedio entre la Primera y la Segunda, en la década de los años 20 se caracterizó por su bonanza económica y su alta industrialización, que acabó con el crack del 29 y la subsiguiente Gran Depresión. Después de la Segunda Guerra Mundial y de haber bombardeado Hiroshima y Nagasaki, se esclareció una vez más su futuro como potencia al participar íntegramente en la reconstrucción del Viejo Continente con el Plan Marshall (que no llegó a España) y su mano a mano contra los soviéticos en todos los frentes, en el político, en el espacial, en el deportivo, etc.

    Hasta el año 1991, con la desintegración soviética, los estadounidenses no lograron ser la primera potencia mundial, algo que se consiguió gracias al patriotismo y al esfuerzo de sus habitantes, algo que por desgracia, carecemos en España.

    Los Estados Unidos son, por tanto, una gran potencia económica, armamentística y mundial, y todo el mundo depende de ellos. Además de ser unos especiales aliados de España, ya que a ellos les interesa mucho nuestro país, aunque algunos gobiernos (por así decirlo) en España hayan declinado tener relaciones bilaterales más estrechas con los Estados Unidos.