HAMMURABI, EL GRAN LEGISLADOR. Por César Jordá Sánchez.

28.10.2014 20:14

El estudio del mundo mesopotámico en el primer curso de la Educación Secundaria Obligatoria aproxima a los alumnos a la necesidad que desde los albores de la historia ha tenido el ser humano de regular su convivencia. El rey de Babilonia, Hammurabi, allá por el año 1760 a.C., consciente de la importancia de esa regulación para la eficacia de su gobierno, ordenó realizar una recopilación de las leyes que desde antiguo se aplicaban en las ciudades de su imperio, y de allí surgió un código legal unificado que debería aplicarse en todos sus dominios. El monarca babilonio mandó grabar en grandes estelas de piedra esas leyes, buscando con ello dejar claro su carácter perpetuo e inmutable, y las mandó colocar en todas las ciudades bajo su mando para que sus súbditos fueran conscientes en todo momento de las consecuencias que se derivarían del incumplimiento de la ley. Una de esas estelas, la que originalmente fue colocada en el templo de Sippar, fue hallada en 1901 y posteriormente enviada a París. Hoy se conserva en el Museo del Louvre.
Siempre se ha dicho que el Código de Hammurabi se fundamentaba en la famosa "Ley del Talión", es decir, en el "ojo por ojo, diente por diente", y de hecho este precepto antiquísimo de la justicia está presente en su articulado, pero el código va mucho más allá. Gracias a él podemos saber cómo se organizaba la sociedad, los derechos que tenían mujeres, niños o esclavos, el funcionamiento de los tribunales, cómo se aplicaban las penas, los salarios que se debían pagar en función del trabajo,  la forma en que se regulaba el comercio, las herencias o el divorcio, y un largo etcétera, que nos permiten ver una sociedad bien articulada y en la que el concepto de justicia debía estar bastante asentado.
Bien es cierto que desconocemos el grado de aplicación real de estas leyes y la equidad de los jueces de la época, pero de lo que no cabe duda es que su mera existencia supuso un notable avance en el proceso de formación de nuestra civilización.
Veamos algunas de esas leyes que regían en las tierras de Hammurabi:
Ley nº.1- "Si un señor acusa a otro señor y presenta contra él denuncia de asesinato, pero no lo prueba, su acusador será condenado a muerte" 
Ley nº. 21-  "Si un señor abre una brecha en una casa, le matarán delante de la brecha y le emparedarán dentro de ella" 
Ley nº. 142-   "Si una mujer odia tanto a su marido que declara: ¡No puedes tenerme!, investigará sus antecedentes el consejo de su ciudad, y si fue cuidadosa y no se le halla falta, aunque su marido la descuidó y la menospreció sin tasa, esa mujer podrá coger su dote e irse a la casa de su padre sin incurrir en baldón" 
Ley nº. 195- "Si un hijo golpea a su padre, se le amputará la mano" 
Leyes nº 196 y 197- "Si un señor destruye el ojo de un miembro de la aristocracia, se destruirá su ojo; si rompe el hueso de otro señor, se le romperá su hueso" 
Leyes nº 200 y 201- "Si un señor desprende de un golpe un diente de un señor de su mismo rango, se le desprenderá de un golpe uno de sus dientes. Si el diente desprendido pertenece a un plebeyo, pagará un tercio de mina de plata..." 
Ley n. 218- "Si un médico llevó a cabo una operación de importancia  en un señor, con una lanceta de bronce y causó la muerte del señor, o abrió la cuenca del ojo de un señor y destruyó el ojo del señor, se le amputará la mano" 
Ley n. 229-   "Si un constructor edificó una casa para un señor, pero no dio solidez a su obra, resultando que la casa por él construida se desplomó, lo cual produjo la muerte del propietario de la casa, este constructor recibirá la muerte" 
 
              Código de Hammurabi, Pritchard, Ed. Garriga, pp. 163ss.