EUROPA Y USA EN EL REÑIDERO UCRANIANO. Por Antonio Parra García.

09.02.2015 15:57

                

                La crisis del Este de Ucrania ha abierto nuevamente la discrepancia entre Europa y Estados Unidos. Se trata de dos maneras muy distintas de entender el mundo y de actuar, nacidas de Historias particulares.

                La lucha entre potencias ha construido Europa, aspirando la más poderosa de turno a erigirse en la nueva Roma. Tras no pocos enfrentamientos se terminaba imponiendo a duras penas la solución del equilibrio de fuerzas. Los grandes se repartían territorios y poblaciones en aras de la paz. Sus conversaciones reservadas servían semejantes acuerdos.

                Los Estados Unidos se aprovecharon del desmoronamiento del imperio español para extenderse por la América del Norte y de las guerras mundiales para alcanzar la hegemonía mundial. No han tenido que porfiar tanto como los grandes Estados de Europa. Su enfoque de las relaciones internacionales es más idealista que realista, pues han proclamado el derecho de los pueblos a gobernarse desde Wilson. Al lavarse a veces las manos como Pilatos han optado por métodos indirectos, por que otros se ensucien.

                A veces se dice que los Estados Unidos observan en lo internacional una política de Estado seguida por republicanos y demócratas. Las discrepancias entre la presidencia de Obama y el Senado de mayoría republicana desmontan semejante mito. La inoperancia de Washington es muy evidente hoy por hoy.

                                   

                Alemania no quiere que el método indirecto estadounidense termine convirtiendo Ucrania en una Yugoslavia a gran escala con una Rusia en posición de fuerza. Opta por la vieja tradición europea. De paso proclama que Europa no es una confusa UE más o menos simpática y claramente banal, sino el directorio de los grandes al que se han de inclinar los demás, España incluida. La británica Thatcher mantenía que los grandes debían de actuar y los demás seguirles, algo que Merkel está siguiendo.

                Mientras en el Este de Ucrania prosiguen los combates, la personalidad histórica de europeos y estadounidenses se exhibe con fuerza, en un 2015 que ha irrumpido arrolladoramente.