DOCUMENTO HISTÓRICO. La vida del descendiente de los Macabeos que fue ciudadano romano.

06.04.2016 06:50

                

                “De Vespasiano recibí también el regalo de un terreno en Judea de una extensión apreciable. Por aquel entonces me divorcié de mi mujer porque no estaba de acuerdo con su conducta; fue la madre de tres hijos, dos de ellos murieron y el otro, a quien llamé Hircano, vive. Después me casé con otra mujer que había vivido en Creta, de raza judía; sus padres eran muy nobles y de lo más distinguido de su país. Por su manera de ser era superior a las demás mujeres, como lo fue demostrando a lo largo de su vida. De ella nacieron dos hijos: Justo, el mayor, y Simónides, el que le sigue, llamado también Agripa. Estos son los acontecimientos familiares que han tenido lugar en mi vida.

                

                “En relación con los emperadores, sin embargo, el tiempo transcurría sin variaciones. Así, a la muerte de Vespasiano, Tito, que le sucedió en el gobierno, conservó hacia mí el mismo aprecio que su padre; él tampoco daba crédito a las acusaciones que con frecuencia se lanzaban contra mí. A Tito le sucedió Domiciano, quien multiplicó incluso sus manifestaciones de estima: castigó a los judíos que me acusaban y ordenó que fuera castigado un esclavo eunuco, educador de mi hijo, que había testimoniado en contra mía; también me otorgó la exención de impuestos por mi finca de Judea; éste, por cierto, es el mayor honor que he recibido. Tampoco Domicia, mujer del César, cesó nunca de prodigarme favores. Estos son los hechos ocurridos a lo largo de toda mi vida, que por ellos juzguen otros mi conducta según les parezca.”

                Flavio Josefo, Autobiografía. Edición de María Victoria Spottorno, Madrid, Alianza Editorial, 1998, pp. 94-95.

                Selección de Víctor Manuel Galán Tendero.