CUBA EN EL RECUERDO, LA CIUDAD PERDIDA.

11.04.2015 16:19

                

                En la cumbre de las Américas que se celebra en Panamá los mandatarios de Cuba y Estados Unidos escenifican cuidadosamente el acercamiento entre sus dos países, que bien puede calificarse de histórico. Las heridas todavía no están curadas del todo ni de lejos y a las puertas de los salones oficiales se han encarado con gritos y consignas los partidarios y los contrarios del actual régimen cubano.

                Aquí no entraremos en tal debate, si se trata de un paso diplomático inteligente o de una traición a los grandes principios morales por politiquerías. Todos tienen sus razones de peso y no todos las han podido expresar como les hubiera gustado. Lo cierto es que la revolución castrista ha marcado la Historia de Cuba y sobre ella reflexionó el actor Andy García, que dirigió en 2005 la película The Lost City.

                El gran escritor Guillermo Cabrera Infante fue su inspirador literario, mostrándose crítica con la realidad cubana.

                Cuba trataba de ser una gran familia dirigida por un patriarca de cultura erudita y su activo hermano. Los hijos se hicieron hombres a su sombra y comenzaron a tener ideas propias, inclinaciones particulares, a veces contrarias entre sí. La metáfora es clara: en La Habana de los años cincuenta (la ciudad perdida) había opción para un futuro mejor.

                Los protagonistas se muestran contrarios a la dictadura de Batista de una manera o de otra, pero no todos comulgarán con el castrismo, que se muestra con sus perfiles más represivos y oportunistas.

                Fico Fellove, interpretado por el propio Andy García, es el propietario de un renombrado salón de espectáculos, que vive un romance con su cuñada viuda, interpretada por Inés Sastre. Ella es el alma de Cuba, que termina en manos de Castro y rompiéndole el corazón a Fico.

                Considerado un gusano por los castristas, Fico se exilia en los Estados Unidos. En el frío Nueva York recuerda el calor de su Cuba natal, tratando de rehacer su vida desde la modestia y sintiéndose orgulloso de ser cubano, anhelando la libertad.

                Po encima de las opiniones de cada uno sobre la revolución cubana y sus repercusiones reales, The Lost City expresa con rotundidad la tragedia del exilio, del extrañamiento de la tierra natal y de la ruptura de los vínculos familiares, de la quema de aquel árbol bajo el que se creció. Para todos aquellos que sufrieron algo tan horrible esperemos que el futuro les depare lo mejor y que su ciudad perdida o la de sus padres pueda reencontrarse bajo el ardiente sol cubano.

                Carmen Pastor Sirvent.