¿CUÁNDO ES BUENO O MALO DECLARAR UNA GUERRA? LOS PROBLEMAS DE LA CONTENCIÓN. Por Natalia Fernández Gómez.

04.06.2014 13:40

    Si se busca en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua la palabra contención podemos leer que es la acción y efecto de reprimir o sujetar un movimiento o impulso. Cuando se aplica este término al ámbito bélico la cosa es mucho más complicada de definir y todavía más de realizar.

    Esta contención es una postura que trata de evitar activamente las razones que llevan a una guerra. Se convirtió en doctrina en los EE. UU. de la primera Guerra Fría para no caer en la provocación que condujo a la Gran Guerra al mismo tiempo que al apaciguamiento o la pasividad que dio pie a la II Guerra Mundial.

    Lo complicado de este asunto viene en cómo contener la situación sin llegar a la propia guerra. Por una parte, en ningún momento y bajo ningún concepto es bueno declararla porque en el momento en el que la violencia triunfa todo es posible. Hay que mantener viva la solución pacífica en todo momento y no dejarse llevar por la facilidad aparente de la violencia.

    Por otra parte, en muchas ocasiones se declara una guerra para acreditar la superioridad de un país, como EE. UU.  en la Guerra de Kuwait. El objetivo de las grandes potencias es derrotar a un rival más débil para demostrar que son invencibles. La guerra así parece válida.

    Sin embargo, y aunque suene a tópico, la guerra es la destrucción completa y total del país afectado. La contención es correcta en teoría cuando se tiene en cuenta la dificultad de la guerra y de la política internacional a nivel general.

    Cualquier solución pacífica por absurda que pueda parecer es siempre la más acertada, teniendo mucho cuidado el querer guardar las apariencias y especialmente aparentar demasiado. esto siempre es peligroso y obliga a actuar de una forma que muchas veces se escapa de nuestra mano.

    Como dijo el periodista, ensayista y poeta Juan Zorrilla de San Martín (1855-1931) "Hay que evitar el combate en lugar de vencer en él. Hay triunfos que empobrecen al vencido, pero no enriquecen al vencedor."